Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://cyrusybgh409443.collectblogs.com/83132405/el-cabezazo-de-zidane-en-cámara-lenta